No me enfado

¿Cómo que no me enfade? ¡Sí hombre! ¡Pero si esto es imposible! Esta es una de las reacciones más habituales cuándo le presentas a alguien este principio. Y en parte tendría que darle la razón.

Y es normal, porque el enfado, la rabia, al fin y al cabo es una emoción que nos sirve como sistema de defensa ante las agresiones externas. Y es una emoción que salta automáticamente cuando nuestro cerebro detecta que estamos siendo atacados o amenazados.

Cuando hablamos de ataques no me refiero únicamente a ataques físicos, sino también a cuando nos sentimos atacados en nuestro orgullo, o cuando sentimos atacados nuestros valores y creencias. Incluso salta cuando las cosas no nos salen como a nosotros nos gustaría.

Si alguien no se comporta de la forma en la que nosotros lo haríamos, o lo hace de forma que se salta algunos de nuestros valores o contradice alguna de nuestras creencias nos sentimos atacados, amenazados y automáticamente aparece el enfado o la ira para hacer frente al malestar que esto nos genera.

Este sistema defensivo no sólo incluye la emoción de la rabia , sino que además implica una serie de cambios a nivel físico y hormonal que preparan nuestro cuerpo para defendernos delante de una potencial amenaza. Algunos de los cambios que se producen consisten en aumentar el ritmo cardiaco y respiratorio, se eleva nuestra presión sanguínea, el proceso digestivo se suspende y la sangre se retira del hígado, estómago e intestino para ir al sistema nervioso central y los músculos, sube la temperatura y se tensa la musculatura, se libera cortisol que suprime el sistema inmunológico y se incrementa la adrenalina y tanto el cortisol como la adrenalina puede afectar a nuestro sistema cardiaco.

Como habrás podido observar, a la larga, enfadarnos supone un gran desgaste y maltrato para nuestro cuerpo.

Un dato importante a tener en cuenta sobre las emociones es que está demostrado científicamente que sólo duran un minuto y medio, todo lo que dure de más depende totalmente de la gestión que nosotros hagamos de la misma. Es decir, pasados los primeros 90 segundos, está en nuestras manos seguir alimentando esa emoción o bien dejarla ir. Depende totalmente de nosotros. Eso sí, tengamos en cuenta que cuanto más la dejemos durar más nos perjudicará física y mentalmente. Dicho de otra manera, cuanto más tiempo dejemos arder el fuego más cenizas tendremos que recoger.

Antes explicaba que uno de los motivos por los que nos enfadamos, es cuando alguien se comporta de una manera que nosotros no entendemos, o no compartimos, o cuando esta forma de actuar contradice alguno de nuestros valores. Bien, una cosa que debemos tener en cuenta ante estas situaciones es que no todo el mundo puede actuar, pensar o entender el mundo de la misma manera que nosotros lo hacemos. ¿Por qué? Pues, porque todos y cada uno de nosotros somos únicos, y cada uno interpreta el mundo de una forma totalmente diferente.

Una de las presuposiciones de PNL (Programación Neuro Lingüística) dice que el mapa no es el territorio (la carta del menú no es la comida). El mapa lo creamos con nuestra experiencia, creencias, nuestra percepción, por tanto, podríamos decir que el mapa es la parte que yo veo del territorio. El territorio es la realidad que hay en ese momento.

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Si enseñáramos esta imagen a varias personas, lo más probable es que cada una de ellas reaccione de forma diferente ante ella. Unos considerarán que es una imagen muy relajante, o muy romántica, y otros, al contrario, dirán que les provoca miedo, inseguridad o les pone tensos. ¿Cómo puede ser? Pues porque aquí cada uno aplica su mapa y su mapa está creado a partir de la forma en la que cada uno percibe la realidad.

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Cada uno de nosotros percibe la realidad de forma diferente porque no únicamente depende de nuestros sentidos, sino que a la información que captan nuestros sentidos, además le aplicamos una serie de filtros como pueden ser nuestros valores, creencias, expectativas, distorsiones, etc., y al resultado de esto también le aplicamos el estado anímico que tengamos en ese momento. Así que, como comprenderás, es muy difícil que dos personas hayan vivido una misma situación de una misma forma, y por tanto, es muy difícil que dos personas tengan el mismo mapa.

Tener esto en cuenta cuando alguien actúe de una manera que nos moleste o nos haga sentir atacados, puede ayudarnos a gestionarlo de manera distinta a como lo hemos hecho hasta ahora.

Espero que estos os haya ayudado a comprender mejor el principio de no me enfado y si además os ha dado alguna pista de como poderlo aplicar lo consideraré todo un éxito.

El autotratamiento como hábito

Cada vez que hacemos un curso de Reiki, siempre nos vamos a casa con los mismos deberes: hacernos el autotratamiento durante los 21 días posteriores a la iniciación. Esto se hace principalmente para ayudar a nuestro cuerpo a acostumbrarse a la nueva vibración que adquiere tras las iniciaciones y para ayudarle en el proceso de limpieza que se inicia, pero aparte tiene otra finalidad, y es de esto de lo que os quiero hablar en esta nueva entrada del blog.

Además de para lo que ya os he comentado, el autotratamiento también nos sirve para mantenernos siempre en equilibrio, que al fin y al cabo es el objetivo del Reiki. Desde este estado de equilibrio es desde dónde podemos ser felices. Durante el día a día pasamos por situaciones que hacen que nos enfademos o nos preocupemos y que en definitiva provocan que perdamos ese estado deseado de equilibrio y bienestar, y es aquí donde hacernos diariamente el autotratamiento cobra importancia. Esto nos permitirá regresar nuevamente a nuestro centro.

En mi opinión la gente deja de hacerse el tratamiento después del periodo de autolimpieza porque se marcan como objetivo llegar a los 21 días. El objetivo debería ser mantenernos en equilibrio y, por tanto, felices. Podemos aplicar aquí también el Sólo por hoy que encabeza los cinco principios de Reiki que vimos en un artículo anterior. De hecho, enlaza prácticamente con los cinco principios si hago el autotratamiento a diario estaré siendo constante, honesto y amable conmigo, y además, si al hacerlo estoy en equlibrio será muy difícil que me enfade y me preocupe.

El hecho de que sean 21 días de autolimpieza no es casualidad. Puede pensarse que se debe a que 21 fueron los días que estuvo meditando en el monte Kurama Mikao Usui para poder recibir la información acerca del Reiki, pero en realidad va más allá. Tal y como publicó en 1887 William James, padre de la psicología científica, son necesarios 21 días para poder formar un nuevo hábito, por lo que si somos constantes y nos hacemos el autotratamiento cada día al final de los 21 días ya se habrá convertido en un hábito y nos será fácil mantenerlo para siempre.

habito

Los aspectos que harán que el autotratamiento se convierta en un hábito son tres:

  1. El deseo. Esto liga con el principio de honestidad. ¿Realmente queremos sentirnos bien?
  2. El saber. Es imprescindible tener el conocimiento necesario para poder realizarlo. En este caso basta con consultar el manual que te haya dado tu maestro en incluso tenerlo delante los primeros días hasta que se convierta en algo automático.
  3. La práctica. Y aquí es donde entra la constancia y los 21 días. Como para cualquier cosa que queramos conseguir en la vida, es imprescindible practicar para mejorar y conseguir nuestro objetivo.

Es normal que al comenzar nos sintamos inseguros y nos dé miedo equivocarnos. Consultando a nuestro maestro, el manual y practicando nos sentiremos cómodos y seguros y notaremos todos los beneficios que nos aporta el autotartamiento.

Y es que es básico que nosotros estemos bien si pretendemos ayudar a los demás. Si nosotros tenemos bloqueos, cuando estemos haciéndole una sesión a otro gran parte de la energía que canalicemos la utilizaremos para deshacer nuestros bloqueos y a la otra persona le llegarán los restos.

Espero que este artículo os haya ayudado a ver la importancia del autotratamiento y os ayude a convertirlo en un hábito.

 

Fuentes:

https://www.mentesana.es/psicologia/desarrollo-personal/como-adquirir-nuevo-habito-solo-21-dias_523

http://www.ampliatusoportunidades.com/como-formar-habitos/

 

Sólo por hoy

En un artículo anterior hablaba sobre los cinco principios de Reiki (Gokai) y sobre su importancia, y  adelantaba mi intención de ir escribiendo nuevos artículos en los que iría desgranando cada uno de ellos.

A modo de resumen, los cinco principios son:

Sólo por hoy…

No me enfado

No me preocupo

Soy agradecido

Soy constante y honesto

Soy amable

En la entrada de hoy me gustaría centrarme en el Sólo por hoy porque a pesar de no ser uno de los principios, considero que trata un tema muy importante y que ayuda tanto en el cumplimiento de los mismos como en su comprensión.

Sólo por hoy nos habla de vivir en el aquí y ahora. Nos recuerda que vivimos en un continuo presente y que si nos retrotraemos a nuestro pasado o nos proyectamos al futuro no seremos conscientes de todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Nos alejaremos de nuestro estado de equilibrio y, por tanto, de la felicidad.

Con esto no quiero quitarle importancia a nuestro pasado ni digo que no debamos prestar atención al futuro. Nuestro pasado fue muy importante para ser quienes somos ahora y de ahí podemos obtener recursos para aplicar en nuestro presente. Y es importante tener planes de futuro (estudios, carrera profesional, familia, comprar una casa, …), pero debemos tener en cuenta que cada vez que nos proyectamos al pasado o futuro nos perdemos lo que acontece en el presente que es lo único sobre lo que tenemos poder para hacer algo.

En la aplicación de los principios, si nos planteamos aplicarlos sólo durante el día de hoy, se nos hará mucho más plausible que si nos lo planteamos para toda nuestra vida. Y es que Sólo por hoy es el lema de alcohólicos anónimos por ese mismo motivo. Si a una persona con una adicción como el alcoholismo le dices que no volverá a beberse una copa nunca más ni siquiera lo intentará porque se le hará una montaña. En cambio, si el propósito es sólo para cumplirlo durante el día de hoy la perspectiva cambia totalmente.

Es por esto que sólo durante el día de hoy me propongo cumplir con los Gokai, mañana ya veremos.

Los cinco principios

Si me preguntas que es lo más importante para mi dentro del Reiki, te diré que sus cinco principios son lo que más que me ha marcado y más me ha ayudado a crecer.

Con esto no quiero menospreciar las técnicas, ni los tratamientos y por supuesto el autotratamiento. Pero si vemos al Reiki como un camino de desarrollo personal y no únicamente como una terapia complementaria, estos cinco principios cobran una gran importancia.

¿Por qué pienso esto? Si nos hacemos el autotratamiento a diario estaremos en equilibrio y nos sentiremos felices y en armonía. Pero si no aplicamos estos cinco principios que os detallaré a continuación, recaeremos en viejos hábitos y no tardaremos en volvernos a generar bloqueos y a perder el equilibrio que hemos alcanzado gracias al Reiki.

Antes de dar el detalle de estos cinco principios o Gokai, creo que es necesario saber de dónde vienen y porque Mikao Usui decide incorporarlos en sus sistema de sanación.

Cuando Usui decidió mudarse a los barrios marginales de Tokio y sanar a los mendigos que había en la zona, descubrió que al cabo de un tiempo volvía a encontrar a muchas de las personas que había tratado de nuevo en las calles pidiendo. Al preguntarles por el motivo de su recaída, estos le decían que era más fácil pedir que trabajar y que por eso habían vuelto a su antigua vida.

Esta revelación Mikao Usui le sirvió para llegar a la siguiente conclusión: no se puede sanar a quien no quiere ser sanado, y también para confirmar una de las enseñanzas de los monjes budistas: “El desarrollo del espíritu es la prioridad. El cuerpo sigue al espíritu”. Con esto último decidió que no bastaba con sanar el cuerpo, sino que era necesario educar la mente y el espíritu para no recaer en las antiguas costumbres que te hacían entrar en desequilibrio.

Con este fin decidió incorporar en sus cursos los Gokai (cinco principios), inspirados en los que aparecían en la primera página del libro titulado Kenzen no Genri que traducido al español sería “Principios de la salud” que publicó en 1914 médico japonés llamado Bizan Susuki.

Estos son los Gokai:

“El arte secreto para atraer la felicidad, la medicina milagrosa para todas las enfermedades.

Sólo por hoy:

no te enfades,

no te preocupes,

sé agradecido,

sé constante y honesto,

sé amable con los demás.

Tratamiento Reiki de Usui para mejorar el cuerpo y la mente. “

Usui pedía a sus alumnos que los repitieran cada día al levantarse y antes de irse a dormir de manera que siempre los tuvieran presentes. La idea de la repetición diaria persigue que los principios nos vengan a la mente de forma automática siempre que los necesitemos. Si no vamos refrescando periódicamente acabaremos por olvidarlos, o no tendremos ese automatismo que hace que nos salten solos cuando estemos en alguna situación que los requiera.

Espero que esta entrada os haya despertado la curiosidad acerca de los principios y que tratéis de tenerlos siempre presentes en vuestras vidas. En sucesivos artículos iré desgranando cada uno de estos principios para ayudar a su comprensión y aplicación.

La meditación

Meditar es vivir de forma consciente. Es silenciar la voz de nuestra mente, conectar con nuestro yo interior y desde ahí, observar la realidad, que ocurre dentro nuestro y en nuestro alrededor, desde puntos de vista que no podríamos ver con nuestra mirada habitual.

Es empezar a buscar las respuestas a nuestros problemas y dudas en nosotros mismos y no en el exterior. Nos ayuda a desarrollar nuestras capacidades personales, y nos proporciona un sentido más completo sobre quienes somos, para qué vivimos y el sentido más profundo de las situaciones cotidianas de la vida.

Meditar nos permite hacer una parada en nuestro día a día, ralentizar nuestro ritmo, y observar cómo estamos, qué estamos haciendo y tomar conciencia de la realidad que nos rodea en ese momento y cómo actuamos ante las diferentes situaciones.

Con la meditación conectamos con lo esencial de nosotros mismos, con esas respuestas más viscerales que van con nuestra propia naturaleza individual, y es una capacidad natural obtenerlas, y para ello meditar nos ayuda a reducir el exceso de información que disponemos, interpretamos constantemente la vida, en lugar de sumergirnos en ella, sentirla y estar presentes con ella.

 

¿Qué beneficios nos aporta meditar?

Físicamente, además de mejorar el funcionamiento de nuestro cerebro, también aporta beneficios en:

nuestro sistema cardiovascular
nuestro sistema inmunitario
alivio del dolor crónico, psoriasis, fibromialgia, etc.
Psicológicamente se ha comprobado que es muy efectivo en:

reducción del estrés y ansiedad
prevención de la depresión
mejora de la concentración
combatir trastgornos alimentarios
equilibrio emocional
drogodependencias y consumo del alcohol
Gracias a la meditación podemos desarrollar cualidades como el pensamiento positivo, la empatía o la serenidad en momentos de crisis y alejar pensamientos y emociones negativas.